miércoles, 25 de abril de 2012

¿En qué contribuye Hebreos dentro del cuerpo de libros del Nuevo Testamento?


*La siguiente pregunta fue hecha en una entrevista a Gareth Lee Cockerill, autor del nuevo comentario de Hebreos de la reconocida serie NICNT.
¿Qué tiene de especial la Epístola a los Hebreos con relación a los demás libros del Nuevo Testamento? ¿Qué contribuciones únicas hace a la teología cristiana?
Cada libro del Nuevo Testamento hace una contribución única al conjunto. Como resultado de escribir este comentario creo que el autor de Hebreos era un teólogo e intérprete del Antiguo Testamento perspicaz, cuya contribución está a la par con Pablo en Romanos o con el escritor del Evangelio de Juan. Para apreciar Hebreos apropiadamente, sólo debemos pensar en lo que perderíamos si esta obra no estuviera en nuestras Biblias. Permíteme dar varios ejemplos:
  El Sumo Sacerdocio de Cristo. Otros libros hacen sugerencias y referencias a la obra sacerdotal de Cristo y a la naturaleza sacrificial de su inmolación personal en la cruz. Hebreos nos provee un desarrollo profundo de estos temas.
  La Pre-Existencia y Encarnación del Hijo de Dios. Hebreos muestra clara y enfáticamente el significado salvador tanto de la pre-existencia eterna del Hijo de Dios como de su encarnación completa como el hombre Jesús.
  La Naturaleza de la Fe. Hebreos ofrece un entendimiento de la fe que complementa y ayuda a integrar lo que aprendemos de Juan, Pablo y Santiago.
  El Cumplimiento que Cristo hace del Antiguo Testamento. Hebreos es el desarrollo más comprehensivo de la asunción neotestamentaria común de que Jesús es el cumplimiento del Antiguo Testamento. Hay una profundidad y una consistencia en la interpretación del escritor que son dignas de imitación. Otros libros del Nuevo Testamento se aperciben de que Sal. 110:1 encuentra su cumplimiento en Cristo. Sólo Hebreos extiende esto hasta Sal. 110:4. Sólo Hebreos muestra cómo la muerte de Cristo cumple el Día de la Expiación descrito en Levítico 16. Sólo Hebreos explica el pasaje del Nuevo Pacto de Jeremías. Yo propondría que estos tres ejemplos son parte de una perspectiva integrada y comprehensiva del Antiguo Testamento. Algunos, como G. B. Caird y Ronald Clements, han considerado como una de las mayores contribuciones de Hebreos el conocimiento y la percepción que ofrece del Antiguo Testamento. No es incorrecto catalogar al autor de este libro como el primer “teólogo bíblico”.
Traducción: Salvador Gómez Dickson
Fuente: http://eerdword.wordpress.com/2012/04/25/interview-with-gareth-lee-cockerill-author-of-nicnt-volume-on-hebrews-part-2-of-2/

¡Qué diseño! Alaba al Diseñador


Fuente: NationalGeographic.com

3 Maneras de Alentar a tu Pastor

Por R. C. Sproul Jr.

Los pastores también son humanos. Eso significa, desde luego, que ellos pecan, pero también significa que tienen necesidades humanas comunes. Aunque nadie se liga al ministerio con el fin de recibir riquezas o elogios, honor o poder, aunque los pastores están llamados a servir a otros y no a ellos mismos, eso no significa que no sean dados al desaliento.
La mayoría de nosotros durante la mayor parte del tiempo, amamos a nuestro pastor y estamos agradecidos con él. No obstante, muy pocos de nosotros entendemos que necesita aliento. Lo que todavía menos de nosotros comprendemos es cómo podemos ser de aliento para él. He aquí tres ideas sencillas.
Primero, presta atención a su trabajo. Aunque no tenemos el deber de estar en la iglesia cada vez que sus puertas están abiertas, una de las cosas que desalienta a los pastores es nuestra indisposición a aprovechar y beneficiarnos de sus dones. Cuando el pastor trabaja en su estudio para preparar una lección estudio bíblico o escribe una entrada en su blog, y las ovejas bajo su cuidado no prestan atención, es desalentador. Eso le dice al pastor: “No valoro lo que haces por mí y por mi familia. Tus esfuerzos no tienen ningún efecto porque ni siquiera me molesto en leer o escuchar. Voy a descargar los sermones de las celebridades que no me conocen. Leeré la sabiduría de aquellos que tienen contratos de libros.” No es que tu pastor está celoso de los dones de otros. Tiene celo por tu alma y tu crecimiento en sabiduría. Un hombre menos dotado que te conoce y te ama es mucho más poderoso en tu vida que un hombre más capacitado pero lejano.
Segundo, habla bien de él a otros. Si el pastor está inclinado hacia el desaliento, cuando hablas bien a él puede que no tengas el impacto que quisieras. Tales palabras de bondad puede ser fácilmente anuladas como bondad y no gratitud, como lisonja y no sinceridad. Pero si le llega el mensaje, y le llegará, de que has hablado bien de él a otros en la iglesia o a otros en tu comunidad, se verá obligado a poner en su corazón tus buenas palabras. También puede alentar a aquellos con quienes hablas a tener un aprecio más profundo hacia tu pastor,  y usualmente eso es algo bueno. Desde luego, a quien más debes hablar acerca de tu pastor es al Gran Pastor de las ovejas. Ora con gratitud por el hombre que Cristo te ha dado y ése hombre será alentado.
Tercero, sigue la piedad. Por cuanto te ama, lo que tu pastor más quiere por encima de cualquier otra cosa es que crezcas en gracia y sabiduría, para venir a ser más como Jesús. Lo que más le desalienta no es ver cuán pobremente ha sido tratado, ni cuán mal ha sido honrado, sino cuán mal están andando sus ovejas. Lo que más le alienta, sin embargo, es cuando andas bien. Cuando ve el rostro sonriente de tu esposa, él sabe que eso se debe que estar procurando ser un esposo y padre piadoso, y eso le alienta. Cuando te ve ofrecer la otra mejilla en la relación que guardas con el hermano que se sienta a tu lado, se alienta al conocer que la levadura del reino se está esparciendo entre su rebaño. Cuando te ve visitando a la viuda y al huérfano, él sabe que estás practicando la religión verdadera y se regocija.
En pocas palabras, no digas a tu pastor cuán inteligente es, ni cuán brillante son sus sermones. No le digas lo gracioso que es, ni cuán lleno de dignidad. Muéstrale cómo su trabajo de enseñarte a Jesús te está haciendo más como Él. Ése es el deseo de su corazón, porque ése es el deseo de Su corazón.

Traducción: Salvador Gómez Dickson
Fuente: http://www.ligonier.org/blog/3-simple-ways-encourage-your-pastor/?utm_source=feedblitz&utm_medium=FeedBlitzEmail&utm_content=5575&utm_campaign=0

lunes, 23 de abril de 2012

LO QUE PENSEMOS DEL PECADO AFECTARÁ LO QUE PENSEMOS DE LA SALVACIÓN



"Nuestra doctrina de la salvación se verá fuertemente influenciada por nuestra forma de entender el pecado. Porque si un humano es básicamente bueno, con su capacidad intelectual y moral esencialmente intacta, cualquier problema con respecto a Dios será relativamente menor. Cualquier dificultad puede ser un asunto de ignorancia, una falta de conocimiento sobre lo que debe hacer o cómo debe hacerlo. En ese caso, la educación resolverá el problema; puede que todo lo que se necesite sea un buen modelo o ejemplo. Por otra parte, si los humanos son corruptos o rebeldes, y por lo tanto no pueden o no quieren hacer lo correcto, se necesitará un cambio más radical en la persona. Por lo tanto, cuanto más severa sea nuestra concepción del pecado, más sobrenatural será la salvación que necesitemos" (Millard Erickson, TEOLOGÍA SISTEMÁTICA, p. 577).

En Amazon
En Christian Books

Hombres invulnerables


En mi niñez existió un superhéroe valiente, capaz de enfrentar a los más temidos enemigos de la justicia. Su nombre era Batfink. Su lema: “Tus balas no pueden hacerme daño; mis alas son como un escudo de acero.” Es la misma actitud de invulnerabilidad con que muchas personas sin Dios se conducen hoy día. Piensan que el mal nunca les alcanzará. El Salmo 10 nos ofrece una descripción elocuente:

  1. Afectan las vidas de los más débiles con su arrogancia (vv. 2, 9). Practica el menosprecio hacia los demás (v. 5). Mata al inocente y acecha al desvalido (v. 8b).
  2. Se enorgullecen de sus deseos, no importa lo distanciados que se encuentren de la norma divina (v. 3a). En esa actitud llegan incluso a bendecir a los codiciosos (v. 3b).
  3. Manifiestan menosprecio hacia Dios y todo lo que se identifique con Dios (v. 3c). “No busca a Dios; no hay Dios en ninguno de sus pensamientos” (v.4).
  4. Sus conductas torcidas son un reflejo de sus deseos torcidos (v. 5). Dios no forma parte de su fórmula de vida. “Tus juicios los tiene muy lejos de su vista” (v. 5b).
  5. La manera de hablar que le caracteriza deja ver algo de todo el mal que hay en sus corazones (v. 7).
  6. Le caracteriza un sentido de invulnerabilidad. Esto es algo que se repite vez tras vez a sí mismo. “Dice en su corazón: no seré movido jamás; nunca me alcanzará el infortunio” (v. 6). “Dice en su corazón: Dios ha olvidado; ha encubierto su rostro; nunca lo verá” (v. 11). “En su corazón ha dicho: Tú no lo inquirirás” (v.13).

Se predican paz a sí mismos (Jer. 6:14; 8:11), pero Dios no ha hecho las paces con ellos. Dicen vivir tranquilos, pero es una tranquilidad efímera e ilusoria. Tarde o temprano se las verán con el Señor. Nuestro Dios se levantará y hará justicia, pues nunca olvidará la causa de los pobres (v. 12). Viene el día cuando la maldad y la violencia desaparecerán de la tierra (vv. 15-18). Esa invulnerabilidad vendrá a ser nada ante la presencia del Todopoderoso. Sólo en Él puede haber verdadera paz. La frase “hombres invulnerables” es una contradicción de términos. Si eres hombre, eres vulnerable. Sólo el Dios invulnerable es un refugio seguro. “A ti se acoge el desvalido; Tú eres el amparo del huérfano” (v. 14b).

¡Maranatha!

domingo, 22 de abril de 2012

Por qué la idolatría fue (y es) atractiva


Por Kevin DeYoung

La mayoría de los occidentales en algún momento hemos luchado con entender el atractivo de la idolatría en el mundo antiguo. ¿Qué podía ser tan fascinante en un bloque de madera inanimado o un pedazo de piedra? La idolatría empedernida se siente tan tentadora como el juego de remolacha. Es probable que haya alguien allá afuera a quien le guste un vaso espumoso del oscuro extracto vegetal, pero la tentación no tiene mucho peso sobre nuestras almas.
Pero la idolatría hacía sentido en el mundo antiguo. De nosotros haber vivido hace dos o tres milenios atrás, es casi seguro que hubiera sido así de tentadora para cada uno de nosotros. En su comentario sobre Éxodo (para Kindle), Doug Stuart explica el atractivo de la idolatría con nueve puntos. De seguro querrás guardar la lista y archivarla para futuros sermones o estudios bíblicos.

1. La idolatría estaba garantizada. La fórmula era sencilla. Talla un dios de madera o piedra y el dios entrará en la figura. Ahora que tienes a un dios en medio tuyo, puedes conseguir su atención rápidamente. Tus encantamientos, juramentos y ofrendas siempre serán notadas.

2. La idolatría era egoísta. Si rascas las espaldas de los dioses, ellos rascarán la tuya. Ellos necesitan comida y sacrificios; tú necesitas bendiciones. Haz tu parte y ellos van a estar obligados a conseguirte tu parte.

3. La idolatría era fácil. La idolatría antigua alentaba las actividades religiosas vanas. Haz lo que quieras con tu vida. Siempre y cuando seas consistente con tus sacrificios, estarás bien.

4. La idolatría es conveniente. No era difícil acercarse a los dioses del mundo antiguo. El acceso era casi total. Las estatuillas podían ser usadas en las casas o en el camino.

5. La idolatría era normal. Todo el mundo la practicaba. Era la manera en que una mujer salía embarazada, en que se obtenía una cosecha y en la que se vencía a los ejércitos. La idolatría era como el aceite: nada funcionaba en el mundo antiguo sin éste.

6. La idolatría era lógica. Las naciones son diferentes. Las personas son diferentes. Sus necesidades y deseos son diferentes. Desde luego, tiene que haber diferentes deidades para las diferentes facetas de la vida. ¿Cómo podía un solo dios cubrirlo todo en la vida? Tú no comes en un solo restaurante, ¿no es así? Mientras más opciones, mejor. Todos pueden estar en lo correcto en alguna parte del tiempo.

7. La idolatría era agradable a los sentidos. Si vas a ser religioso de manera especial, ayuda ser capaz de ver a tu dios. Es difícil impresionar a las personas con una deidad invisible.

8. La idolatría era indulgente. Ofrecer sacrificios a los dioses normalmente no exigía un sacrificio por parte del adorador. Las sobras de comida podían ser ingeridas. Las bebidas podían ser tomadas. La generosidad para con los dioses conduce a un festín para ti.

9. La idolatría era sensual. Todo el proceso estaba marcado por el erotismo. Los rituales se podían convertir en orgías. El sexo en la tierra normalmente significaba sexo en el cielo, y el sexo en el cielo significaba muchas lluvias, grandes cosechas y multiplicación de ganado.

¿Puedes ver el atractivo de la idolatría? “Digamos que quiero una espiritualidad que me dé mucho, que me cueste poco, que sea fácil de ver, fácil de hacer, que tenga pocos límites éticos o doctrinales, que me garantice el éxito, se sienta bien y que no ofenda a nadie a mi alrededor.” Eso cala. Nosotros queremos las mismas cosas que ellos. Sólo que ahora hacemos las cosas un poco distinto. Queremos una fe que nos consiga cosas y que nos garantice el éxito (evangelio de la prosperidad). Queremos un discipulado que sea siempre conveniente (la iglesia virtual). Queremos una religión que sea ritualista (cristianismo nominal). O queremos una espiritualidad que estimule toda expresión sexual (LGBTQ). Todos queremos seguir a Dios de un modo que haga sentido a los demás, que nos haga sentir bien y que sea fácil de ver y entender. Desde el huerto hasta los palos de Asera, hasta las fiestas imperiales, la idolatría era la tentación más grande para el pueblo de Dios en ambos testamentos.

Un vistazo a nuestro alrededor y un vistazo a nuestro interior te dirá que todavía lo es.

Traducción: Salvador Gómez Dickson.
Fuente: http://thegospelcoalition.org/blogs/kevindeyoung/2012/04/18/why-idolatry-was-and-is-attractive/

Talleres de las 9 Marcas de Iglesias Sanas — 25 y 26 de mayo en IBSJ


Teología Bíblica: la segunda de las nueve marcas de una iglesia sana

En el mes de mayo (viernes 25 y sábado 26) IBSJ tiene el placer ser anfitriona de los talleres del Ministerio 9 Marks "Edificando Iglesias Sanas". A propósito de esto y del lanzamiento de la página en español de ese ministerio colocamos la marca #2 de las 9 Marcas de las Iglesias Sanas.

¿Qué es la teología bíblica?
La teología bíblica es sana doctrina; esto es, pensamientos correctos acerca de Dios; creencias de acuerdo a la Escritura.

¿Dónde se encuentra en la Biblia?
Toda la Biblia enseña sana doctrina.
Muchos libros del Nuevo Testamento, tales como las cartas de Pablo a los Romanos y a los Efesios, están llenos de rica instrucción doctrinal (Ro. 1-11 y Ef. 1-3).
Los autores del Nuevo Testamento sostienen frecuentemente que la sana doctrina es esencial para la salud de los cristianos y de las iglesias (1 Ti. 1:5; 2 Jn. 1-6; Tit. 2:1-10).


¿Por qué es importante?
La teología bíblica es esencial para el evangelismo. El evangelio es doctrina. Por tanto, la sana doctrina es necesaria para el evangelismo.
El discipulado. Jesús oró, “Santifícalos en tu verdad. Tu palabra es verdad” (Jn. 17:17). Los cristianos crecen a medida que aprenden y viven a la luz de la verdad. En otras palabras, los cristianos crecen por medio de la sana doctrina.
La unidad. Según el Nuevo Testamento, la única unidad verdadera es la unidad en la verdad (1 Jn. 1:1-4; 2 Jn. 10-11).
La adoración. Adorar a Dios es declarar sus excelencias (1 P. 2:9-10) y exaltarle por quién él es (Sal. 29:2). La verdadera adoración es una respuesta a la sana doctrina.

sábado, 21 de abril de 2012

Predicación Expositiva: una de las marcas de una iglesia saludable

En el mes de mayo (viernes 25 y sábado 26) IBSJ tiene el placer ser anfitriona de los talleres del Ministerio 9 Marks "Edificando Iglesias Sanas". A propósito de esto y del lanzamiento de la página en español de ese ministerio colocamos la marca #1 de las 9 Marcas de las Iglesias Sanas.

1. Predicación expositiva

¿Qué es?
Un sermón expositivo toma el punto principal de un pasaje de la Escritura, lo hace el punto principal del sermón y lo aplica a la vida de hoy.

¿Dónde se encuentra en la Biblia?
Según la Escritura, Dios lleva a cabo su voluntad a través de su Palabra (Gn. 1:3; Is. 55:10-11; Hch. 12:24). Esto significa que si los predicadores quieren que sus sermones estén llenos del poder de Dios, deben predicar lo que Dios dice.
La Biblia tiene muchos ejemplos de esta clase de predicación y enseñanza: los sacerdotes levitas enseñaron la Ley (Dt. 33:10), Esdras y los levitas leyeron la ley y comunicaron su sentido (Neh. 8:8), y Pedro y los apóstoles expusieron la Escritura y animaron a sus oyentes a responder con arrepentimiento y fe (Hch. 2:14-41, 13:16-47).
Por otro lado, Dios condena a aquellos que “hablan de su propia imaginación, y no de la boca de Jehová” (Jer. 23:16, 18, 21-22).


¿Por qué es importante?

La predicación expositiva es importante porque la Palabra de Dios es la que convence, convierte, edifica y santifica al pueblo de Dios (Heb. 4:12; 1 P. 1:23; 1 Ts. 2:13; Jn. 17:17). La predicación que hace del punto principal del texto el punto principal del sermón, hace que sean los propósitos de Dios los gobiernen a la iglesia, no los propósitos del predicador.

miércoles, 18 de abril de 2012

"Sed santos, porque yo soy santo"


Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.” (1 Pedro 1:14–16, RVR60)
“Dios es el ser más feliz del universo; y la verdadera razón es que Él es el ser más santo en el universo. Es perfectamente feliz porque es perfectamente santo. Los hombres no pueden participar de la felicidad de Dios a menos que vengan a ser partícipes de su santidad. Dios mismo no puede hacer que un ser como el hombre sea verdadera y permanentemente feliz de ningún otro modo que haciéndole santo” (John Brown, Expository Discourses on 1 Peter, p. 130).
Cuando la Biblia presenta al hombre que en verdad es feliz o dichoso dice: “Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios” (Mateo 5:8). La dicha del hombre consiste en tener el privilegio de tener comunión con Dios y estar con Él (sea con su presencia espiritual ahora o viviendo en su morada celestial en la eternidad). Todos los hombres quieren terminar bien al final, pero no todos lo lograrán. El cielo es un lugar especial y sólo los de limpio corazón entrarán en él. Hablando de la ciudad celestial, el apóstol Juan escribió:

No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.” (Apocalipsis 21:27, RVR60)

Los habitantes de esa ciudad son descritos con vestiduras blancas (Apoc. 3:5), una figura evidente de santidad, pues sólo el limpio de manos y puro de corazón subirá al monte del Señor (Salmo 24:3-5); sin santidad “nadie verá al Señor” (Heb. 12:14).

El texto que sirve de base a nuestro estudio de 1 Pedro 1 contiene una exhortación doble: primero negativa (“no os conforméis a los deseos que antes teníais”) y luego positiva (“sed… santos en toda vuestra manera de vivir”). Pero el aspecto al que quiero llamar vuestra atención es principalmente la razón dada para esta exhortación: la santidad de Dios.
“Este llamado a la vida santa se basa en el hecho de que Dios mismo es santo. Porque Dios es santo, exige que nosotros también seamos santos. Muchos cristianos tienen lo que podríamos llamar una ‘santidad cultural’. Se adaptan al carácter y al esquema de comportamiento de los creyentes que los rodean. Si la cultura cristiana que los rodea es más o menos santa, dichas personas son más o menos santas también. Pero Dios no nos ha llamado a ser como los que nos rodean. Nos ha llamado a ser como Él mismo es. La santidad consiste en nada menos que la conformidad con el carácter de Dios” (Jerry Bridges, En Pos de la Santidad, pp. 21-22).
Nuestro esfuerzo tras la santidad debe ser visto en relación con Dios. Debemos evitar el pecado, no sólo porque le hacemos daño al prójimo o a nosotros mismos, sino fundamentalmente porque desagrada a Dios. “¿Cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?” (Gén. 39:9), fue la perspectiva que dominó a José para evadir la tentación. El carácter de Dios debe ser nuestro modelo a seguir.
“La esencia de la religión consiste en la imitación de aquel a quien adoramos” (Robert Leighton, p. 83).
La única forma en que tomaremos en serio la exhortación del Espíritu Santo en 1 Pedro 1:15 es si tomamos en serio la santidad de Dios.

¿Qué significa que Dios es santo? En nuestra próxima entrada nos enfocaremos en la enseñanza bíblica acerca de la santidad de Dios que debe servirnos de modelo.