lunes, 16 de marzo de 2009

El pájaro que está atado a una cuerda

Por Charles Spurgeon

"Un pájaro atado a una cuerda parece tener más libertad que un pájaro enjaulado; revolotea de arriba a abajo, y sin embargo, está amarrado."

Cuando un hombre piensa que ha escapado de la esclavitud al pecado en sentido general, y permanece no obstante bajo el poder de alguna pasión favorita, está terriblemente equivocado en su juicio con respecto a la libertad espiritual. Puede enorgullecerse de estar fuera de la jaula, pero la cuerda está en su pie. Aquel a quien le han quitado todos sus grilletes con excepción de una cadena, todavía es prisionero. “Que no se enseñoree ninguna iniquidad de mí” es una oración buena y sabia, porque un pecado consentido matará el alma tan ciertamente como una dosis de veneno mata el cuerpo. No se necesita que un viajero sea mordido por una veintena de víboras mortales, el diente de una cobra es suficiente para asegurar su destrucción. Un pecado, como el fósforo, puede encender los fuegos del infierno dentro del alma.

Todo aquel que sea esclavo de la bebida, de la codicia o de las pasiones debe aplicar esta verdad a su alma. ¿Cómo puedes ser libre si una de estas cadenas todavía te tiene amarrado? Nos encontramos con gente que profesa fe que son altivos y menosprecian a otros. ¿Cómo pueden ser los hombres libres del Señor cuando el orgullo les tiene rodeados? Debemos con toda intención quebrantar las ataduras del pecado y perfeccionar la santidad en el temor del Señor, o no podremos albergar la esperanza de haber sido libertados por el Hijo. Oh, tú que eres el Espíritu de libertad, te suplico que quebrantes toda atadura al pecado.

miércoles, 4 de marzo de 2009

El Matrimonio y los Hijos

“...Esta fertilidad es uno de los propósitos primarios del matrimonio. Desafortunadamente, al sucumbir ante el atractivo del materialismo, la comodidad y la gratificación instantánea, hemos venido a ver a los niños más como una peste que como una bendición. Como resultado, la tasa de natalidad ha caído más bajo y por más tiempo que en cualquier otro momento de la historia humana (con la excepción de las guerras y hambrunas mundiales). Es raro el joven o la joven que ruega a Dios por una prole de hijos piadosos.”

—Voddie Baucham

[What He Must Be, p.40; Crossway Books, 2009]

lunes, 2 de marzo de 2009

Venciendo Oposición y Obstáculos

“Pues contigo aplastaré ejércitos, y con mi Dios escalaré murallas” (Salmo 18:29).

Los ejércitos representan la oposición de enemigos. La vida estará llena de actividades contrarias, de la oposición activa de otros contra el bien de nuestras almas. Si luchamos amparados en nuestras fuerzas, y si lo hacemos descansando en nuestra propia prudencia, la derrota es segura. Pero el salmista está muy consciente de que Dios hace la diferencia. “Contigo aplastaré ejércitos.”

Las murallas representan los obstáculos con que nos encontramos en nuestra peregrinar por este mundo. Pueden parecernos insalvables. Su altura es imponente. “Hasta aquí llegué”, puede ser la expresión de rendición que externemos. El salmista está consciente de que sin Dios no es posible escalarlas, pero con Él haremos proezas (Sal. 60:12).

El Señor no nos promete una vida sin oposición ni obstáculos. Lo que nos ha prometido es estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo (Mt. 28:20).