jueves, 16 de junio de 2011

EL DIOS DE GLORIA

Por Jim Cromarty

Leer Salmos 102:25-28

Tu diestra, oh Señor, es majestuosa en poder; tu diestra, oh Señor, destroza al enemigo” (Exodo 15:6).

La mayoría de las personas no tiene un verdadero interés en Dios. Algunos asisten a la iglesia, leen sus Biblias y viven lo que parece ser una vida de justicia, pero no están unidos al Señor Jesucristo por una fe dada por Dios.

Una consecuencia significativa del nuevo nacimientoes que el alma renovada tiene cierto entendimiento de la majestad y gloria de Dios. Una vez nacidos de nuevo, ya no somos esclavos de Satanás, sino ciudadanos del reino de Dios. Comenzamos a ver algo de los atributos gloriosos de nuestro Padre celestial. La gloria de Dios llena nuestras mentes y, con el ojo de la fe, contemplamos al Dios invisible, cuyo ser es perfecto en todo sentido.

La gloria de Dios es muy bien descrita en la respuesta 4 del Catecismo Menor de Westminster. Esta declara: ‘Dios es un espíritu infinito, eterno e inmutable; en su ser, sabiduría, poder, santidad, justicia, bondad y verdad.’

Al pensar en las maravillosas cualidades que Dios tiene, no podemos hacer otra cosa que exclamar con asombro: ‘¿Quién como tú entre los dioses, oh Señor? ¿Quién como tú, majestuoso en santidad, temible en las alabanzas, haciendo maravillas?’ (Exodo 15:11). Nos postramos humildemente ante el Dios de gloria y alabamos su maravilloso nombre.

Nuestro Dios es un Dios santo, ‘un Dios que se indigna cada día contra el impío’ (Salmo 7:11). ¿Y por qué es esto así? Todo pecado es una ofensa contra Él. Habacuc escribió: ‘Muy limpios son tus ojos para mirar el mal, y no puedes contemplar la opresión’ (1:13). Debemos honrar a Dios y adorarle en la ‘hermosura de la santidad’ (Salmo 96:9).

Nuestro Dios es justo en todos sus caminos. Su justicia puede ser vista en la salvación de los pecadores. Dios no pasó por alto el pecado. El pecado debe ser castigado. La espada de la ira de Dios está encima de la cabeza de cada pecador. Esa espada caerá sobre la cabeza de cada persona que no se arrepienta de sus pecados. Cada cual cargará con su pecado, culpa y vergüenza para siempre. Pero para todos los que están en Cristo, la espada de la ira ha caído sobre Aquel que cargó con el pecado, el Señor Jesús. Con frecuencia, la justicia de Dios es vista en los tratos que sostiene con los pecadores en este mundo.

Alabemos y honremos a Dios porque es inmutable—eso significa que no cambia ni puede cambiar. Es siempre fiel a todas sus promesas y advertencias. Es digno de confianza. ¡Tenemos un Dios maravilloso!

AVERIGUA LOS HECHOS

  1. ‘Dios es espíritu’. ¿Qué significa esto?
  2. Nuestro Dios es santo. ¿Qué significa esto?
  3. ¿Qué hace Dios a los pecadores para convertirles en ciudadanos del reino de los cielos?

PARA PENSAR Y ORAR: Piensa en cuán grande es el Dios de la Biblia. Alábale y adórale porque Él es un Dios de gloria y majestad.

UN DICHO PARA RECORDAR: “No existe misterio más grande que la eternidad de Dios” (William S. Plumer).

Esta meditación ha sido traducida y publicada del libro A YEAR WITH YOUR CHILDREN IN THE BIBLE (Un año con tus hijos en la Biblia) con permiso del autor.

martes, 7 de junio de 2011

EL DIOS DE GRACIA


La siguiente meditación ha sido tomada del libro A YEAR WITH YOUR CHILDREN IN THE BIBLE (Un Año con tus Hijos en la Biblia) y puede ser usada para ser compartida con tus hijos u otros niños.

(c) Por Jim Cromarty

Por tanto, al Rey eterno, inmortal, invisible, único Dios, a El sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén” (1 Timoteo 1:17).

Hoy en día muchos piensan que Dios es alguien que vive en los cielos y que no está realmente interesado en lo que sucede sobre la tierra. Algunas personas dicen que Dios no existe. Argumentan que la materia siempre ha existido. Otras personas sugieren que hace dos mil años atrás era razonable creer en Dios, pero que hoy vivimos en la era de la ciencia y que somos demasiado inteligentes para creer tales cuentos.

Las Escrituras nos dicen que hay un solo Dios, el cual existe en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Tan sólo con mirar a nuestro alrededor podemos ver evidencia de lo que Dios ha hecho. Ha hecho todo lo que vemos; e igualmente ha hecho todo lo que no podemos ver. Nada de lo que hay en el mundo a nuestro alrededor fue puesto allí por accidente; todo vino del Señor. La Biblia nos dice que ‘en el principio creó Dios…’ (Génesis 1:1). La creación nos muestra que Dios es todopoderoso.

No nos podemos comparar a nosotros mismos con Dios. Isaías escribió: ‘He aquí, las naciones son como gota en un cubo, y son estimadas como grano de polvo en la balanza; he aquí, El levanta las islas como al polvo fino’ (Isaías 40:15). ‘Todas las naciones ante El son como nada, menos que nada e insignificantes son consideradas por El’ (Isaías 40:17). ‘El es el que está sentado sobre la redondez de la tierra, cuyos habitantes son como langostas’ (Isaías 40:22).

Nuestro Dios es un Dios de gracia, amor y misericordia. Aunque todos hemos pecado, el Hijo de Dios, el Señor Jesucristo, vino voluntariamente a este mundo a vivir y morir con el fin de redimir a todas aquellas personas que su Padre le había dado (Juan 6:37).

Nuestro Padre celestial escogió salvar un pueblo, aun cuando lo que merecían era el castigo eterno. No sólo fueron sus pecados perdonados a causa de la muerte de Cristo en la cruz, sino que también fueron vestidos con su justicia perfecta. La salvación de Cristo pertenece a su pueblo por medio de la obra del Espíritu Santo, quien les hace gente nueva. Ellos aman a Dios y tienen una fe salvadora en el Redentor.

El Salmista escribió: ‘Venid, adoremos y postrémonos; doblemos la rodilla ante el Señor nuestro Hacedor. Porque El es nuestro Dios…’ (Salmo 95:6-7).

¿Podemos nosotros, por la gracia de Dios, ser capacitados a decir al final de cada día las palabras del apóstol Pablo: “Por tanto, al Rey eterno, inmortal, invisible, único Dios, a El sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén” (1 Timoteo 1:17).

Dios es espíritu; no puede ser visto. Pero cuando el Mesías vino a este mundo, era visible. Tenía un cuerpo humano pero sin pecado. Tenía todos los atributos (características) de Dios, porque Él es Dios. Al leer este libro, descubrirás muchos otros atributos de Dios.

AVERIGUA LOS HECHOS

  1. Menciona tres cosas acerca de Dios que aprendiste con la lectura de hoy.
  2. ¿Por qué debemos amar a Dios?
  3. ¿Cuáles atributos (características) de Dios puedes mencionar?

PARA PENSAR Y ORAR: Piensa acerca de la vida animal y vegetal que ves en el mundo a tu alrededor. Da gracias a Dios por la belleza de su creación, la cual nos muestra su grandeza y poder.

UN DICHO PARA RECORDAR: “Aquel que alimenta sus aves no dejará que sus bebés mueran de hambre” (Matthew Henry).