miércoles, 20 de mayo de 2009

El Chisme (primera parte)

Por Ray Ortlund, Pastor en Immanuel Church, Nashville, Tennessee . http://christisdeeperstill.blogspot.com/2009/05/gossip.html

P:  ¿Cuáles son los deberes requeridos en el noveno mandamiento?

R: Los deberes requeridos en el noveno mandamiento son la preservación y promoción de la verdad y de la buena reputación de mi prójimo entre los hombres, . . . amar, desear y gozarnos en su buena reputación; . . .  una actitud dispuesta a recibir buenos reportes de otros y una indisposición a admitir un reporte negativo con respecto a ellos.

Así dice el Catecismo Mayor de Westminster. La Biblia misma es tan clara contra el chisme, probablemente porque estamos demasiado inclinados a éste:

“Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo?  El que no calumnia con su lengua, Ni hace mal a su prójimo, Ni admite reproche alguno contra su vecino” (Sal. 15:1-3).

“Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete abomina su alma:  …el que siembra discordia entre hermanos” (Prov. 6:16, 19).

“No andarás chismeando entre tu pueblo” (Lev. 19:16).

“Hermanos, no murmuréis los unos de los otros” (Sant. 4:11).

“Trata tu causa con tu compañero, y no descubras el secreto a otro” (Prov. 25:9).

“Dios los entregó a una mente reprobada… murmuradores” (Rom. 1:28-30).

Hay muchos pasajes bíblicos que confrontan el chisme. La evidencia de Dios contra este pecado es abrumadora.

¿Qué es el chisme? No necesariamente es información falsa. La difamación es falsa. El chisme puede incluir información verdadera, y quizás sea por esto que el chisme no siempre se siente pecaminoso. Lo que le hace pecado, antes que ninguna otra razón, es que Dios dice que es pecado. Pero el chisme disemina lo que puede incluir información veraz con el fin de empequeñecer a la otra persona. No es esa la manera en que las personas se comportan cuando viven en el poder de la gracia de Dios.

[Continuará…]