sábado, 14 de febrero de 2009

Traicionando a Cristo con un Beso — 8

Por Maurice Roberts

[The Banner of Truth Magazine, Dic 1993]

El vicio, en su punto cúlmine, es vicio en la iglesia. El vicio en su madurez es vicio eclesiástico. El pecado, en última instancia, siempre aparece en los esferas supremas de la religión y de la espiritualidad. Allí triunfa (o piensa que triunfa) usando la vestimenta de la santidad misma y llevando la insignia de la piedad.

La Escritura nos muestra que el pecado siempre ha buscado tener su hogar tan cerca de la casa de Dios como sea posible. Las referencias en el Antiguo Testamento al becerro de oro, a los lugares altos y a los frecuentes sacerdotes corruptos de Israel son un recordatorio de este hecho. Así son los fariseos con sus distinciones jesuitas y sus regulaciones minuciosas, todos desprovistos de fe y amor a Dios. Pero el pecado buscó un lugar todavía más cercano a Cristo. Buscó y encontró un apóstol que sería su siervo. Judas Iscariote nunca pecó menos elegantemente que cuando traicionó al Salvador de la humanidad por una miseria y cuando barnizó su motivación con un beso. Ahí está el pecado llegando a su más alta perfección: ¡para asestar un golpe a Cristo por medio de un amigo familiar y bajo un gesto de amor! ¡Oh el golpe maestro de la villanía, más perfecto que todas las tragedias de un genio como Shakespeare! ¿Quién sino el archienemigo de toda justicia pudo haber llevado a cabo un pecado tan bien elaborado como este: intentar matar al Hijo encarnado de Dios a través de labios fruncidos con pródigo afecto?

CONT.

1 comentario:

Iris Mercedes dijo...

Gracias pastor por su esfuerzo de colocar estos artículos en este blog, son de mucho beneficio para nuestro desarrollo espiritual, particularmente fue bueno para mi alma leer esta breve, pero sustanciosa explicación del Salmo 18:29; es maravilloso saber que tenemos de nuestra parte a ese Dios Todopoderoso.
¡Mil veces Glorias sean dadas a El!
¡Que El se complazca en derramar Sus Ricas Bendiciones sobre usted y su familia!

Iris.