viernes, 30 de mayo de 2008

Despertándonos Temprano (3)

[He aquí la tercera parte de una carta de James W. Alexander enviada a su hermano menor sobre el tema del levantarse temprano por las mañanas]

"Si ya has adquirido el vergonzoso hábito de permanecer en cama hasta tarde, déjalo ahora, no gradualmente, sino de una vez por todas. No tomes en cuenta los pequeños sentimientos desagradables que puedas tener que soportar por unas cuantas semanas. Sigue adelante y respira la fragancia de la primavera encantadora y de las mañanas otoñales; será un cordial para tu cuerpo y tu mente.

"Ya te he escrito en más de una ocasión con respecto al ejemplo de nuestro adorable Salvador, y deseo que el objetivo principal de estas cartas sea presentarte este bendito ejemplo más plenamente ante ti. ¿Cuál crees que fue la práctica de nuestro Señor? Tan sólo imagínate para ti mismo la manera en que él pasaba las horas de la mañana. ¿Puedes por un instante suponer que las pasaba durmiendo en un sofá? Cuando el ruido de la actividad empezaba entre los trabajadores de Judea o de Galilea, y el sol brillaba cálidamente en las villas y en los campos, ¿estaba durmiendo el Redentor? ¿Sería posible que pienses así? De ningún modo. Leemos de cierta ocasión: 'Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba' (Marcos 1:35), y esto así aunque todo el día anterior había estado grandemente ocupado. Pensamos muy poco con respecto al tiempo, pero Él nunca pasó una hora en ociosidad. El lenguaje de toda su vida fue: 'Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar' (Juan 9:4). No obstante era realmente hombre. Asumió nuestras debilidades, y una naturaleza agotada requería de reposo; pero hizo distinción entre lo que era necesario y lo que era innecesario. También se puede decir acerca de toda su vida que no se agradó a sí mismo (Rom. 15:3).

Afectuosamente, tu hermano,

James"

miércoles, 28 de mayo de 2008

Cómo combatir el pecado


"Para responder a la naturaleza distorsionada del pecado, debes poner tus afectos en la belleza y la gloria de Dios, la hermosura de Cristo y la maravilla del evangelio" (Kelly Kapic, Overcoming Sin & Temptation, p.28, Crossway Books)...

"Si nuestros afectos estuvieron llenos, arrebatados y poseídos con estas cosas... ¿qué acceso a nuestras almas podría tener el pecado, con sus placeres meramente pintados, con sus toxinas azucaradas y con sus anzuelos envenenados?" (Cita de John Owen por Kapic, ibid.).

lunes, 26 de mayo de 2008

Despertándonos Temprano (2)

[He aquí la segunda parte de una carta de James W. Alexander enviada a su hermano menor sobre el tema del levantarse temprano por las mañanas]

"No importa la tarea que estés llevando a cabo, ésta será fomentada por la costumbre de levantarnos temprano. ¡Qué grandes ventajas tiene un estudiante por este hábito para la planificación y ordenamiento de sus responsabilidades cada día! Le asistirá en la realización de todo aquello que demande prontitud, sea leer o escribir; igualmente tendrá tiempo disponible para cualquier compromiso incidental que se presente, sin que todo lo demás quede en desorden. Mientras otro que está inclinado a clamar: 'Un poco de dormir, un poco de dormitar' (Prov. 24:33), y que comienza a las diez lo que debió haber empezado a las seis, se mete a sí mismo en un estado de prisa y confusión; se ajetrea para poder avanzar; siente que se arrastra a sí mismo todo el día; y por la noche está agotado sin haber cumplido su tarea.

Los paganos solían decir: La mañana es amiga de las musas. Ciertamente es amiga de las gracias de carácter. Si es el mejor tiempo para estudiar, también es el mejor tiempo para las devociones. Cuando se descuidan la oración y la alabanza por las mañanas, comúnmente son descuidadas todo el día; y si permites que el mundo obtenga el inicio de tu alma por las mañanas, difícilmente lo vencerás durante el día. La devoción matutina endulza cada hora subsiguiente, derrama un bálsamo sobre la conciencia, ofrece un sabor placentero a las ocupaciones, cierra la puerta contra los pensamientos pecaminosos y provee material para la reflexión piadosa.

Es mejor ir de la oración a nuestras ocupaciones, que de nuestras ocupaciones a la oración. Nuestra relación con Dios nos prepara para la relación con nuestros semejantes y cualquier otro evento, sea éste agradable o doloroso. Boerhaave, el renombrado físico, se levantaba temprano en la mañana, y a lo largo de su vida su práctica fue apartarse por una hora para la oración privada y la meditación. El Coronel Gardiner, aun estando en el campamento, solía pasar dos horas temprano en la mañana en ejercicios religiosos. El gran Juez Hale, igualmente, se levantaba temprano y se apartaba a orar, y leía una porción de la Palabra de Dios, sin la cual, decía él, nada prosperaba a lo largo del día. El filántropo Howard también se levantaba temprano. John Wesley usualmente dormía cinco horas; y durante muchos años, él y todos los primeros predicadores metodistas, tenían un servicio público a las cinco de la mañana. El Presidente Dwight mantuvo el hábito de estudiar antes del amanecer durante gran parte de su vida. Y hubo un hombre de nuestros estados sureños, un hombre laborioso que, dedicando dos horas al estudio cada mañana antes de partir a su trabajo, se convirtió en un teólogo de erudición."

[Continuará en la 3ra parte]

sábado, 24 de mayo de 2008

La conquista de nuestro mundo interior

“La conquista del mundo, el triunfo de la tecnología y la omnipresencia de los centros comerciales—nuestros templos al consumismo—no son las herramientas por las que el espíritu humano puede ser reparado. De esto no debe haber ninguna duda, porque si la afluencia y el mundo brillante y resplandeciente en que ésta se levanta pudieran ser el solvente de todos los males humanos que yacen sumergidos bajo la superficie de la vida, entonces hace tiempo que se habría desvanecido este desconcierto del alma. La verdad, de hecho, es que la conquista de nuestro mundo exterior parece estar en relación inversa a la conquista de nuestro mundo interior. Mientras más triunfamos en uno, menos parecemos ser capaces de mantener el otro.”
—David Wells
[The Supremacy of Christ in a Postmodern World, ed. Piper & Taylor, p. 39]

jueves, 22 de mayo de 2008

Cosmovisión, iglesia y cultura

“Lo que la iglesia dice con respecto a ‘alcanzar’ la cultura se convierte, casi inevitablemente, en una discusión acerca de tácticas y metodología, no acerca de cosmovisiones. Es sólo acerca de tácticas y no estrategia. Es acerca de seducción y no acerca de la verdad, acerca del éxito y no acerca de la confrontación. No obstante, sin estrategia las tácticas fracasarán inevitablemente; sin verdad, todas las artes de seducción que las iglesias están practicando, tarde o temprano serán vistas por lo que son—una farsa vacía.”
—David Wells
[The Supremacy of Christ in a Postmodern World, ed. Piper & Taylor, pp. 37-38]

miércoles, 21 de mayo de 2008

Despertándonos Temprano

[He aquí un primer extracto de una carta de James W. Alexander enviada a su hermano menor sobre el tema del levantarse temprano por las mañanas]

“Querido hermano:

En el curso de mi lectura siempre me alegra encontrarme con cualquier cosa que considere útil para tu instrucción. Esta mañana abrí una página de las obras de William Jay en la que habla del levantarnos temprano, y sus pensamientos son tan excelentes que haré un uso libre de los mismos y los mezclaré con los míos propios.

El hábito de levantarnos temprano, si es formado, queda establecido comúnmente en la niñez o la juventud. Si uno ha desperdiciado las deleitosas mañanas de quince años en la cama, la persona no estará presta a aprender a negarse a sí misma. Por tanto, deseo que aprendas ahora a disfrutar del frío, la fragancia y el silencio de la mañana, para meditar y cantar.

Quizás te preguntes: “¿Cuánto sueño es realmente necesario?” Esto no se puede responder en una palabra. Algunos necesitan más que otros. El Sr. Jay dice que a veces lo que las personas necesitan no es más sueño, sino mejor sueño; y la calidad se puede mejorar acortando la cantidad. Este señalamiento lo hace el renombrado y excelente Dr. Benjamin Rush (conocido como padre de la psiquiatría americana).

Pero debes aprender a acortar por el lado correcto; no es permaneciendo despierto hasta tarde en la noche, sino levantándonos temprano por la mañana. Los médicos dicen que una hora de sueño antes de la medianoche vale más que dos horas después de ahí. Una hora de estudio antes del desayuno vale más que dos después de cena. La mente está más fresca y alegre, y la salud menos afectada. ¡Cuánto más deleitosas son las horas tempranas de la mañana!

Es tiempo de que comiences a cuidar tu salud y a tomar medidas que aseguren la fortaleza para una utilidad futura. La ventaja de levantarnos temprano será evidente en tu vigor, apetito, emociones, espíritu y carácter. Pregunta a tu doctor. ¿Habrá un médico en la tierra que ponga en riesgo su reputación con una opinión contraria? El Dr. Sinclair, en sus tomos acerca de salud y larga vida, señala que, aunque aquellos que han vivido muchos años difieren en muchas cosas, todos se asemejan en esto: no había uno que no se levantara temprano.”

[Continuará…]

lunes, 19 de mayo de 2008

Un arrepentimiento más profundo

"Señor Jesús,
concédeme un arrepentimiento más profundo,
horror ante el pecado,
temor de su acercamiento.
Ayúdame a huir de él en pureza,
a tomar la resolución celosa de que mi corazón
será únicamente tuyo."
[The Valley of Vision, The Deeps]

viernes, 16 de mayo de 2008

Un estímulo para los padres


"Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado" (Hebreos 11:24-25).

Según este pasaje, cuando Moisés tomó la monumental decisión de renunciar a los privilegios de la casa de Faraón ya era 'grande'. Sin embargo, ¿cuándo fue sembrada la semilla de su identificación con el pueblo de Dios? Lo hicieron sus padres en sus primeros años de infancia. Ni todos los años posteriores de influencia pagana pudieron contener el impacto de la educación piadosa que Amram y Jocabed le dieron.

Podemos sembrar con esmero y esperanza, y dejar los frutos en las manos de la fiel misericordia del Señor. Sólo podemos conjeturar lo que pudo ser la adolescencia de Moisés. Pero el hecho de que después tomara la decisión de no gozar de los deleites temporales del pecado puede indicar que por un tiempo sí los saboreó. ¿Vieron eso sus padres? Si fue así, experimentaron gran dolor y angustia. Pero el trabajo en el Señor no es en vano. Llegó el día en que Moisés se rindió ante Dios y escogió identificarse con Él y con su pueblo. Lo que hicieron sus padres tuvo algo que ver en todo esto. ¡Qué esperanzador! Siembra con gozo, que Dios es un experto labrador.

lunes, 12 de mayo de 2008

"... Los que le invocan en verdad."

Estas son palabras del Salmo 145. "El SEÑOR está cerca de todos los que le invocan, de todos los que le invocan en verdad" (v.18).
Hay quienes no invocan al Señor. Pueden decir creer en Dios, pero no le buscan en oración. ¡Deplorable condición!
Pero hay también quienes sí oran, pero no lo hacen "en verdad", de corazón. Son oraciones insinceras. En lugar de acercarnos, nos alejan de Dios.
Asegúrate de que la próxima oración que eleves al cielo sea hecha "en verdad".

domingo, 11 de mayo de 2008

Con emoción sí, con una mente informada

“Nunca pases por encima a la mente. Empapa la mente con la verdad, y la verdad moverá las emociones. La emoción no es mala, pero hay que mantener un orden apropiado dentro del alma humana. El lugar para comenzar una discusión acerca del Espíritu Santo y sus dones es con la actividad intelectual.”
—Walter Chantry
[Banner of Truth, Feb 2008, p.29]

sábado, 10 de mayo de 2008

¡Qué versículo!

"Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él" (2 Crónicas 16:9).

viernes, 9 de mayo de 2008

Cita Edificante

“La medida del verdadero carácter de un hombre es lo que haría si supiera que nadie nunca lo sabría.”
—Thomas B. Macaulay
(1800-1859, Ensayista e historiador norteamericano)