“Cuando Ocozías comenzó a reinar era de cuarenta y dos años, y reinó un año en Jerusalén. El nombre de su madre fue Atalía, hija de Omri. También él anduvo en los caminos de la casa de Acab, pues su madre le aconsejaba a que actuase impíamente” (2 Crónicas 22:2-3).
Qué triste es cuando los caminos malvados de alguien pueden ser rastreados hasta sus padres. He aquí un caso registrado en las páginas inspiradas de las Escrituras, grabadas para siempre para instrucción de sus lectores. Los niños nacen con la necedad ligada a sus corazones, pero nosotros los padres tenemos la encomienda de desenredarla y de instruirles en el camino de la sabiduría. Pero cuando en lugar de esto, sellamos esa necedad y convertimos a nuestros hijos en burladores de la voluntad de Dios, el cielo nos tendrá por responsables. Ocozías pagará por sus pecados, pero Atalía dará cuenta de su contribución.
En el caso de nuestro pasaje, la maldad llegó a modo de instrucción y consejo. Pero hay otras formas de influencia negativa que los padres pueden traspasar. Lo que nuestros hijos nos ven hacer es otro tipo de consejo; silencioso, pero más eficaz.
¿Qué tipo de influencia eres para tus hijos? Si el cielo emitiera juicio de evaluación sobre la forma en que has llevado a cabo tu paternidad, ¿cómo lo resumiría? Si tus hijos luego describieran la marca que dejaste en sus corazones, ¿qué dirían?
Es bueno reflexionar y examinar siempre cómo estamos cumpliendo nuestra labor de padres. Siempre hay oportunidad de mejorar y corregir lo deficiente. No asumas que todo está bien. Los mejores cambios ocurren cuando estamos dispuestos a admitir nuestros errores. ¿Por qué no comenzar hoy mismo?
2 comentarios:
Gracias para esto...me hace pensar mucho como padre. Mi hijo tiene 18 meses, pero ya vemos el pecado saliendo de su corazon cuando tira algo en frustracion. Le digo que eso no le gusta el Senor, y luego (a veces pronto) yo me encuentro haciendo lo mismo que mi hijo.
Gracias del corazòn por estas verdades, que nos ayudan mucho a reconocer nuestros muchos errores que dìa a dìa cometemos, por falta de conocer la maravillosa verdad de nuestro Creador. Soy madre de cuatro bellas criaturas, y despuès que conocì al Señor es que me he dado cuenta de mis fallas; pero Dios tiene propòsito en todo, espero en Èl para que me ayude a enmendarlo, para Su Gloria. Gracias Pastor, por su precioso tiempo que invierte en todos nosotros, y sobre todo en la Obra del Señor. Bendiciones en Cristo Jesùs.........
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