"Un cristiano está bajo la obligación de obedecer la voluntad de Dios tanto en el más secular de sus negocios diarios como cuando está en su aposento de oración o participando de la Cena del Señor. No tiene el derecho de separar su vida en dos ámbitos, ni de reconocer códigos morales distintos para cada uno... El reino de Dios incluye todos los aspectos de la vida humana, y es un reino de justicia absoluta. Eres un súbdito leal o un traidor. Cuando venga el Rey, ¿cómo te encontrará?"
—A. A. Hodge, Evangelical Theology (1890; reprint, Carlisle, PA: The Banner of Truth Trust, 1997), 280-281
—A. A. Hodge, Evangelical Theology (1890; reprint, Carlisle, PA: The Banner of Truth Trust, 1997), 280-281
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