“...Esta fertilidad es uno de los propósitos primarios del matrimonio. Desafortunadamente, al sucumbir ante el atractivo del materialismo, la comodidad y la gratificación instantánea, hemos venido a ver a los niños más como una peste que como una bendición. Como resultado, la tasa de natalidad ha caído más bajo y por más tiempo que en cualquier otro momento de la historia humana (con la excepción de las guerras y hambrunas mundiales). Es raro el joven o la joven que ruega a Dios por una prole de hijos piadosos.”
—Voddie Baucham
[What He Must Be, p.40; Crossway Books, 2009]
No hay comentarios:
Publicar un comentario