viernes, 26 de agosto de 2011

EL GRAN MANDAMIENTO

Por Jim Cromarty

[Leer Romanos 8:31-39]

"Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas" (Deuteronomio 6:4,5).

Cuando un doctor de la ley preguntó a Jesús cuál era el más grande mandamiento, su respuesta fue el versículo de la Escritura que aparece arriba. Dios es amor, y cuando un pecador ´nace de nuevo´, esa persona reconoce al Señor Jesús como su Señor y Salvador. Se enamora de Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo.

La mejor manera de mostrar este amor es por medio de una obediencia fiel. Jesús dijo: ¨Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando¨ (Juan 15:14). Entonces, ¿por qué deben los cristianos amar a Dios?

Las razones son similares a aquellas que me atrajeron a mi esposa. Primero, antes de siquiera haber hablando con ella, miré y vi a alguien cuya apariencia llamó mi atención. Segundo, con el pasar de los días, encontré características que ella poseía que me hacían sentir cómodo con ella. Valerie era bondadosa y servicial. Entonces, ¿por qué deben los cristianos amar a Dios?

En primer lugar, amamos a Dios por lo que hizo a nuestro favor en el Señor Jesús. El amor de Dios es un amor desinteresado. Envió a su Hijo al mundo a salvar pecadores. Sufrió en la cruz el castigo que nos correspondía debido a nuestro pecado. Fue abusado por hombres malvados y sufrió una muerte horrible en una cruz romana. Vivió una vida de obediencia perfecta a su Padre y dio a su pueblo su propia justicia. La justicia de Cristo es necesaria para entrar en el cielo. El pueblo de Cristo le ama por lo que Él hizo por ellos. Amamos a Dios porque prometió a su pueblo la vida eterna en el cielo con Cristo.

En segundo lugar, amamos a Dios por su carácter. Este amor crece en la medida en que le conocemos más. Descubrimos que Dios es un Dios de amor, que derrama ese amor sobre un mundo pecador. Es un Dios de sabiduría perfecta. Podemos verlo en su obra de salvación. ¿Quién más pudo haber concebido semejante plan tan maravilloso para salvar a pecadores? Su sabiduría puede contemplarse a todo nuestro alrededor en los detalles de la creación.

Nuestro Dios es un Dios de gran poder. Habló la palabra y el universo vino a la existencia. Con su muerte en la cruz, el Señor Jesús preparó un lugar seguro en los cielos para todos los que le aman y le siguen.

Dios es santo. No hay pecado en nuestro Dios. Él es luz, y no hay ningunas tinieblas en Él.

Dios es justo en todas sus obras. Los creyentes no serán castigados a causa de sus pecados porque Cristo ya pagó ese castigo. En el día del juicio, todo lo que Dios haga será perfectamente justo. ¡Ése es nuestro Dios!

AVERIGUA LOS HECHOS
¿Qué es el amor?
¿Cómo manifiestas el amor que tienes a Dios?
¿Por qué los cristianos aman a Dios?

PARA PENSAR Y ORAR: Piensa en el hecho de que Dios muestra su amor hacia gente pecadora. Agradece a Dios por su gran amor.

UN DICHO PARA RECORDAR: ¨No arrojes a Dios un hueso de su amor a menos que la carne de la obediencia esté en él¨ (John MacArthur).

martes, 9 de agosto de 2011

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