miércoles, 13 de julio de 2011

El Pecado

El hombre lo llama accidente;
Dios lo llama abominación.
El hombre
lo llama tontería;
Dios lo llama ceguera.
El hombre lo llama defecto;
Dios lo llama enemistad.
El hombre lo llama error.
Dios lo llama locura.
El hombre lo llama fascinación;
Dios lo llama fatalidad.
El hombre lo llama libertad;
Dios lo llama impiedad.
El hombre lo llama inestabilidad;
Dios lo llama iniquidad.
El hombre lo llama insignificancia;
Dios lo llama muerte.


Anónimo

viernes, 1 de julio de 2011

Un Dios

Por Jim Cromarty

[Leer Isaías 40:9-17]

“Proclamad, y hacedlos acercarse, y entren todos en consulta; ¿quién hizo oír esto desde el principio, y lo tiene dicho desde entonces, sino yo Jehová? Y no hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador; ningún otro fuera de mí. Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más” (Isaías 45:21-22).

No podemos comprender la majestad y la gloria de Dios. El Dios de la Biblia es el gran ‘YO SOY’, quien no tiene principio ni fin. Él no cambia. Nuestro Dios es uno, como nos dice el versículo bíblico de hoy.

En las edades eternas, antes que el universo fuera creado, allí estaba Dios. No había creación. Dios estaba solo. Era autosuficiente—o sea, no era dependiente de nadie más ni de ningún otro ser para su existencia.

Dios no tenía que crear el universo, pero lo hizo por razones muy suyas. Isaías registró sus palabras: “Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero” (46:10). Dios planificó la creación para el despliegue de su gloria. Las Escrituras indican lo que todos nosotros deberíamos hacer: “Levantaos, bendecid a Jehová vuestro Dios desde la eternidad hasta la eternidad; y bendígase el nombre tuyo, glorioso y alto sobre toda bendición y alabanza” (Nehemías 9:5).

Aunque Dios es uno, dentro de la Deidad hay tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Nuestro Dios es Jehová. El Padre es Jehová: “Ahora pues, Jehová, tú eres nuestro padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste; así que obra de tus manos somos todos nosotros” (Isaías 64:8).

Se nos enseña que el Señor Jesucristo es Jehová Dios. El apóstol Juan escribió lo siguiente acerca de nuestro Salvador: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios” (Juan 1:1). Isaías tuvo una visión de Jehová sentado en el trono de su gloria. Los serafines cantaban: “Isaiah 6:3-5 3 Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria” (6:3), e Isaías dijo: “Porque... han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos” (6:5).

El apóstol Juan nos dice que lo que Isaías vio en aquel día fue una visión de Cristo (Juan 12:41).

El Espíritu Santo es Dios. Pedro dijo a Ananías y Safira: “¿Por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo?… No has mentido a los hombres, sino a Dios” (Hechos 5:3,4).

El Espíritu Santo es eterno (Heb. 9:14); también lo sabe todo (es omnisciente) (1 Corintios 2:10-11); además está en todas partes (es omnipresente) (Salmos 139:7); y participó en la creación del universo (Génesis 1:2).

El que haya tres personas en la Deidad es un verdadero misterio. Sólo podemos creer lo que las Escrituras enseñan.

El Catecismo Menor de Westminster define a Dios (Pregunta 6)como sigue: Hay tres personas en la Deidad; el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo; esto tres son un solo Dios, el mismo en sustancia, iguales en poder y gloria.”

¡Ése es nuestro Dios!

AVERIGUA LOS HECHOS

  1. ¿Cuántos dioses adoran los cristianos?
  2. Encuentra versículos bíblicos que enseñan que Jesús es Dios.
  3. ¿Qué se te enseña en Isaías 43:10-11?

PARA PENSAR Y ORAR: Piensa en el hecho de que Dios se ha revelado a sí mismo a nosotros en la Biblia y agradécele el que le podamos conocer por medio de su Hijo, el Señor Jesucristo.

UN DICHO PARA RECORDAR: “La Trinidad es (no ‘son’) Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo” (Donald Grey Barnhouse).