viernes, 17 de febrero de 2012

Principios para entender las aparentes discrepancias de la Biblia — 2

 [El siguiente material ha sido publicado con permiso del autor, del libro SÍNTESIS DEL NUEVO TESTAMENTO de Arturo Pérez—más abajo información acerca de cómo obtener un ejemplar del libro]

4. Interprete los pasajes difíciles a la luz de los más claros.

Un axioma importante de los exégetas que estudian la Palabra es “la Biblia se interpreta a sí misma”. Toda la Escritura tiene un mensaje cónsono y coherente, por ejemplo el tema de la salvación por medio de Jesucristo como el Mesías esperado, el Cordero perfecto, y que esta salvación no depende de ninguna obra que hagamos, sino que es un regalo de Dios que se ejerce por la fe, simplemente recibiendo ese regalo creyendo que Dios no miente y que Jesucristo es tu Salvador y Señor.
Un texto que parecería contradecir esto es Santiago 2:14-26 que parece decir que no somos salvos por la fe sino por las obras de la ley, cuando el resto del Nuevo Testamento dice claramente que somos salvos por la fe sin las obras de la ley (Ro.3:28; 4:5; Ef.2:8-10; Tito 3:6-7; etc.). A la luz de la sobre abundancia de textos claros que enseñan que la salvación es por gracia por medio de la fe, fácilmente podremos darnos cuenta que Santiago no está hablando del mismo tema de Pablo, que habla de la justificación delante de Dios (que es por la fe), sino que Santiago está hablando de la justificación delante de los hombres, la cual se evidencia por obras que me dan testimonio de que la persona se comporta como un creyente.
Por ejemplo, el ladrón en la cruz creyó antes de morir, fue salvo y Cristo le prometió que estaría en ese día con El en el paraíso. ¿Hizo alguna obra el ladrón en la cruz? No, ninguna, solo creyó que Jesús es el Señor. Ahora, si Lucas no hubiese registrado ese evento histórico, hubiéramos pensado que los dos ladrones igualmente se condenaron porque no vimos ninguna obra visible de arrepentimiento. En el caso de Zaqueo (Lucas 19:8) se evidenció su salvación por la fe, a la luz de las obras que inmediatamente hizo. Sabemos que fue salvo porque Cristo lo dijo, pero sus obras lo “justificaron” delante de los hombres. ¿Qué pasaría si alguien te dice que “cree en Jesús” pero vive haciendo malas obras? Bueno, si es cristiano, solo Dios lo sabe, pero para nosotros los hombres, esa persona aparenta cualquier cosa menos un cristiano, porque sus obras son malas. Así que no hay contradicción entre Santiago y Pablo sino dos ángulos de la misma verdad. Somos salvos por la fe sola, pero la fe verdadera no viene sola sino acompañada de obras de justicia. ¿Somos salvos por causa de esas obras? No, sino que somos salvos por la misericordia de Dios, y esa transformación que Dios obra en nuestro ser al salvarnos, produce obras. Si trato de falsificar las obras no por eso soy salvo.
Para cualquier texto difícil, estudia qué dice la Biblia en los textos claros con respecto a esa verdad, y parte de allí.

5. No fundamente la enseñanza en pasajes que no tienen un claro significado.

Hay personas que han levantado todo un sistema teológico en base a un solo versículo que supuestamente enseña lo que ellos pretenden interpretar. Cuando encontremos un texto que no tenga un significado claro no seamos dogmáticos con una traducción literal, si no se conoce realmente el significado de esa palabra. Por ejemplo, en el Salmo 139:16 dice “mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas”. Casi todo el mundo acepta que la palabra “embrión” está bien traducida y se refiere al feto humano que es engendrado y que Dios de manera omnisciente conoce y dirige. Todo esto es verdad y la interpretación última (que Dios es omnisciente y ve todas las cosas) no varía. Sin embargo, hay discusiones con la palabra “embrión” porque en el hebreo original no dice “embrión”, sino que es una palabra que puede traducirse como “rollo”. Ahora, ¿se refiere a un “rollo” como la forma del saco del feto? Algunos subestiman el conocimiento de la época y asumen que esa palabra no se refiere literalmente al feto, sino que está hablando del “rollo de la vida”, en referencia al conocimiento de Dios sobre toda la historia futura de nuestra vida. En fin, esto no cambia el sentido de lo que el texto enseña, pero no podríamos enseñar dogmáticamente el Salmo 139 está refiriéndose al embrión humano, aunque es una posibilidad, y por eso se acepta ampliamente.
Otro ejemplo es la frase “el pan nuestro de cada día” en el Padre Nuestro. Esa palabra griega que traduce “cada día” (epiousion) aparece sólo en ese pasaje en todo el Nuevo Testamento y los expertos no han llegado a un acuerdo en cuanto al origen o significado preciso de la misma. Los comentaristas tratan de establecer alguna relación con palabras griegas que son bien conocidas y se han propuesto sugerencias como “Danos este día nuestro pan continuo; pan sobrenatural; pan para nuestro sostén; y pan diario.
El punto que queremos ilustrar aquí es que algunos pasajes de la Biblia son difíciles de entender por el significado de alguna palabra clave que aparece sólo una vez o muy raramente. Pero como vemos en ese ejemplo, tampoco es que estamos a oscuras, ni tampoco es que la revelación de Dios tuvo errores. Simplemente nosotros no somos omniscientes y existen palabras del idioma original donde no hay un acuerdo absoluto en significado, pero esto no altera la enseñanza clara del mensaje central del pasaje a la luz del contexto general.

6. La Biblia es un libro humano con características humanas.

La Biblia afirma que Dios usó personalidades humanas para recibir y comunicar verdades eternas. Por lo tanto hay un amplio uso de figuras literarias para que el ser humano entienda mejor el concepto de la verdad. La Biblia enseña que Dios es espíritu y por lo tanto, como ser espiritual, no tiene un cuerpo material. Pero aún así, la Biblia se expresa en un lenguaje antropomórfico hablando del “brazo de Jehová no se ha acortado para salvar”, o dice que el pueblo de Dios es como la “niña de sus ojos”, o que “sus ojos están sobre los justos”, o que “sus oídos están atentos a sus oraciones”. ¿Significa esto que Dios tiene brazos, ojos, u oídos? Materialmente no, pero siendo nosotros imagen de Dios no es difícil entender el sentido: Dios sabe, conoce, escucha no sólo nuestras palabras sino nuestros íntimos pensamientos.

[Continuará...]
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