“Cierto campesino, además de no asistir regularmente a la iglesia, era más agarrado que un pulpo roquero perseguido. Un día fue a visitarle el pastor y como el que no quiere la cosa le preguntó:
—“Vamos a ver, Ciriaco. Si el Señor te proporcionara 20 vacas, ¿tú le darías 10 al Señor?”
—“Pastor, si el Señor en su infinita misericordia me diera 20 vacas, no 10, sino 15 o más serían para el Señor de la Vida y del Amor.”
—“Y si te diera 15 ovejas, ¿le darías alguna al Señor?”
—“¿Alguna, pastor? Yo le daría 10 ovejas o más, al Señor de la Gloria, mi Salvador...”
—“Y si tuvieras dos cerdos, ¿le darías uno al Señor?”
—“¿Por qué me pregunta usted eso? Usted sabe muy bien que yo tengo dos cerdos.”
—“Pues por eso, hermano, por eso.”
*Ilustración citada en el Diccionario de Anécdotas, Dichos, Ilustraciones, Locuciones y Refranes de Rubén Gil, p. 527.
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