John D. Currid lo expresa del siguiente modo:
“La única explicación posible para la existencia de la esposa de Caín es que ella sea hija de Adán (ver 5:4). El matrimonio de hermanos y hermanas es inevitable si la raza humana descendió de una sola pareja. Cuando tal necesidad ya no existe, la práctica es prohibida por el mandamiento específico de Dios” (Genesis, Vol. 1, p. 152).Esto levanta una pregunta: ¿Y no es el incesto condenado en las Escrituras? Ciertamente sí. El Señor dio muchas leyes al respecto en el Pentateuco (Lev. 18:7-17; 20:11-12, 14, 17, 20-21; Deut. 22:30; 27:20, 22, 23). La intimidad sexual o los matrimonios entre personas de vínculo familiar cercano estaban absolutamente prohibidos. Pero esas leyes fueron dadas al pueblo de Israel muchos años después. Durante mucho tiempo las sociedades permitieron la existencia de este tipo de relaciones. El padre mismo de Moisés se casó con su tía Jocabed (Ex. 6:20). Y anteriormente vemos que Abraham se casó con su media hermana (Gén. 20:12). Los peligros genéticos que acompañan las relaciones de consanguinidad en la actualidad no estaban presentes en aquel entonces. Tenemos que concluir que Caín tuvo que haberse casado con una hermana, o al menos con una sobrina.
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