- Lee la Biblia en voz alta, con la debida entonación.
- Usa pequeñas tarjetas para anotar los versículos que deseas repasar durante el día.
- Cuando encuentres un mandamiento, piensa en maneras específicas en que puedes ponerlo por obra.
- Pide a otra persona su comentario con respecto al versículo que estás tratando de entender y obedecer.
- Memoriza porciones de la Palabra de Dios.
- Medita en esas partes que has memorizado.
domingo, 16 de septiembre de 2012
Una lectura más que casual
A continuación comparto algunas recomendaciones que alguien escribió para asegurar tener una lectura más que casual de las Sagradas Escrituras:
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