"Hay quien asegura, con error, que la religión sería el fruto de la astucia y de la picardía de algunas personas sutiles con el fin de reprimir al pueblo llano. Llegan a afirmar que las personas que recomiendan servir a Dios no creen en la existencia de él. No hay duda de que existen los que, mediante engaño y manipulación, han fomentado la exagerada devoción de los más humildes, movidos por estratagemas deshonestas, para amedrentarlos y mantenerlos más dóciles. Pero jamás habrían conseguido su propósito si sus oyentes no tuviesen ya en su corazón la disposición, e incluso la convicción, de que necesitaban adorar a Dios, donde se ve su inclinación a favor de la religión. Incluso es probable que los que quisieron abusar de los ignorantes no carecieran totalmente de conocimiento de Dios. Además, aunque ahora como antes hay quienes niegan la existencia de un Dios, no quedan menos, sea cual sea su pensamiento, que sienten con fuerza aquello que desean ignorar" (Institución de la Religión Cristiana, 1.3.2).
jueves, 23 de agosto de 2012
Calvino responde a Marx
"La religión es el opio de los pueblos". Así consideraba Karl Marx la religión. Para él la abolición de la religión contribuiría con la verdadera felicidad de las personas. No dudamos en que este pensador fuera testigo del abuso de aquellos que malintencionadamente fomentaban la religión con fines perversos. Pero, ¿descarta eso la religión per se? Mucho antes que él, Juan Calvino nos ofrece una respuesta:
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