sábado, 17 de diciembre de 2016

No es suficiente llamarlo pecado, debemos huir de él

Después de lo que Jesús hizo por nosotros por causa de nuestros pecados, debería ser suficiente el solo hecho de que algo sea pecado para disuadirnos de cometerlo. Tristemente no es así. Vernos andar tan cerca como podemos del pecado entristece el corazón del Salvador que cargó con ellos en la cruz. 

También somos expertos cambiando la nomenclatura. Lo que Dios llama transgresión, nosotros lo catalogamos de debilidad. Lo que Dios considera rebelión, nosotros lo catalogamos como desliz. Dios dice que es imposible mantener la amistad con Él y con el mundo al mismo tiempo; pero de alguna manera nosotros hemos podido hacer las paces con éste mientras afirmamos estar bien con Dios. Oh, Señor, enséñanos a huir del pecado, a aborrecerlo como tú lo aborreces, a no jugar con aquello que llevó a tu Hijo a la cruz.

No hay comentarios: