La siguiente meditación ha sido tomada del libro A YEAR WITH YOUR CHILDREN IN THE BIBLE (Un Año con tus Hijos en la Biblia) y puede ser usada para ser compartida con tus hijos u otros niños.
(c) Por Jim Cromarty
“Por tanto, al Rey eterno, inmortal, invisible, único Dios, a El sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén” (1 Timoteo 1:17).
Hoy en día muchos piensan que Dios es alguien que vive en los cielos y que no está realmente interesado en lo que sucede sobre la tierra. Algunas personas dicen que Dios no existe. Argumentan que la materia siempre ha existido. Otras personas sugieren que hace dos mil años atrás era razonable creer en Dios, pero que hoy vivimos en la era de la ciencia y que somos demasiado inteligentes para creer tales cuentos.
Las Escrituras nos dicen que hay un solo Dios, el cual existe en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Tan sólo con mirar a nuestro alrededor podemos ver evidencia de lo que Dios ha hecho. Ha hecho todo lo que vemos; e igualmente ha hecho todo lo que no podemos ver. Nada de lo que hay en el mundo a nuestro alrededor fue puesto allí por accidente; todo vino del Señor. La Biblia nos dice que ‘en el principio creó Dios…’ (Génesis 1:1). La creación nos muestra que Dios es todopoderoso.
No nos podemos comparar a nosotros mismos con Dios. Isaías escribió: ‘He aquí, las naciones son como gota en un cubo, y son estimadas como grano de polvo en la balanza; he aquí, El levanta las islas como al polvo fino’ (Isaías 40:15). ‘Todas las naciones ante El son como nada, menos que nada e insignificantes son consideradas por El’ (Isaías 40:17). ‘El es el que está sentado sobre la redondez de la tierra, cuyos habitantes son como langostas’ (Isaías 40:22).
Nuestro Dios es un Dios de gracia, amor y misericordia. Aunque todos hemos pecado, el Hijo de Dios, el Señor Jesucristo, vino voluntariamente a este mundo a vivir y morir con el fin de redimir a todas aquellas personas que su Padre le había dado (Juan 6:37).
Nuestro Padre celestial escogió salvar un pueblo, aun cuando lo que merecían era el castigo eterno. No sólo fueron sus pecados perdonados a causa de la muerte de Cristo en la cruz, sino que también fueron vestidos con su justicia perfecta. La salvación de Cristo pertenece a su pueblo por medio de la obra del Espíritu Santo, quien les hace gente nueva. Ellos aman a Dios y tienen una fe salvadora en el Redentor.
El Salmista escribió: ‘Venid, adoremos y postrémonos; doblemos la rodilla ante el Señor nuestro Hacedor. Porque El es nuestro Dios…’ (Salmo 95:6-7).
¿Podemos nosotros, por la gracia de Dios, ser capacitados a decir al final de cada día las palabras del apóstol Pablo: “Por tanto, al Rey eterno, inmortal, invisible, único Dios, a El sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén” (1 Timoteo 1:17).
Dios es espíritu; no puede ser visto. Pero cuando el Mesías vino a este mundo, era visible. Tenía un cuerpo humano pero sin pecado. Tenía todos los atributos (características) de Dios, porque Él es Dios. Al leer este libro, descubrirás muchos otros atributos de Dios.
AVERIGUA LOS HECHOS
- Menciona tres cosas acerca de Dios que aprendiste con la lectura de hoy.
- ¿Por qué debemos amar a Dios?
- ¿Cuáles atributos (características) de Dios puedes mencionar?
PARA PENSAR Y ORAR: Piensa acerca de la vida animal y vegetal que ves en el mundo a tu alrededor. Da gracias a Dios por la belleza de su creación, la cual nos muestra su grandeza y poder.
UN DICHO PARA RECORDAR: “Aquel que alimenta sus aves no dejará que sus bebés mueran de hambre” (Matthew Henry).
No hay comentarios:
Publicar un comentario